Esclusa 9

Localización: Ventosa de Pisuerga

 

La esclusa y elementos complementarios

La esclusa, de forma oval y construida con sillería de piedra arenisca, tiene puente de paso, caja de boquillas para el molino y un acueducto que pasa por debajo del busco para dar salida a las aguas del arroyo de los Hortezuelos. Una vez más se perfora la pared del vaso de la esclusa para recibir el desagüe del aliviadero. 

La caja de boquillas ha sido alterada. Al otro lado del pontón se puede apreciar la misma forma.

 

Caja de boquillas

Pontón

El aliviadero y la toma o desvío lateral se sitúan en la margen derecha. A través del engranaje de la compuerta se puede adivinar el puente y el cauce del arroyo de los Hortezuelos.

El pretil del lado norte del puente de comunicación, que había desaparecido, ha sido recompuesto, aunque ya faltan algunos bloques. 

Aguas abajo de la esclusa se localiza el puente en la salida del canal de derivación. 

  

 

Quedan en pie los muros de la casa del esclusero que responde a la tipología de vivienda, patio y cuadra. Se construyó en 1927 para reemplazar a la preexistente por su mal estado de conservación, la escasez de espacios y su insalubridad.

 

  

El molino

El antiguo molino harinero, dotado con tres piedras y sus máquinas correspondientes, estuvo en funcionamiento desde 1793. Entre 1832-1835 su arrendamiento estuvo a cargo de Tomás Ortega. Según el Inventario de 1851, este molino se incendió en 1835 y sólo quedaron los cimientos de sillería y las paredes superiores de mampostería ordinaria. Los restos fueron adjudicados a la Empresa del Canal como parte del valor de la Laguna de la Nava. 

 

Sobre estos restos se montó en 1843 una fábrica de harinas, a cargo de Tadeo Ortiz, titulada de San Lorenzo. Según José Luis Moisén Gutiérrez, la denominación se deriva del hecho de que el molino se levantara sobre un despoblado del siglo XIV denominado San Lorenzo, donde aún se conservaban los restos de la iglesia-ermita. El nuevo edificio contaba con 3 pisos además del de la maquinaria y se dotó con 4 piedras La Ferté.

En 1857, el nuevo arrendatario José Obeso Martínez levantó dos nuevas plantas. Tanto en 1877 como en 1894 estaba al frente del establecimiento Pedro de Abia Herrero.

Con la reversión del Canal al Estado, la Compañía del Canal puso a la venta la fábrica que pasó a ser propiedad de la sociedad «Hijos de Luis García S. A.», quienes lo destinaron en 1932 a la producción de energía eléctrica y a la fabricación de harinas. En 1938, se acometió la ampliación del salto para instalar un grupo hidráulico compuesto de 2 turbinas acopladas a un solo eje.

 

Actualmente parece que sigue en funcionamiento como minicentral. El edificio no está bien tratado como se puede ver en las imágenes: ventanas tapiadas, arcos cegados en la salida del canal de derivación, gran puerta metálica en el lado noreste, etc.