viernes, 11 de diciembre de 2020

Esclusa 6


Localización: Herrera de Pisuerga

Como las anteriores, la esclusa presenta un vaso de forma ovalada y su construcción se realizó con sillares de piedra arenisca. La caja de boquillas prevista por Juan de Homar para la instalación de un afinador de cobre, que no llegó a realizarse, se aprovecha hoy día para alimentar una acequia de riego.

 

Caja de boquillas y toma de la acequia

La esclusa presenta como principal novedad con respecto a las anteriores la reposición de las compuertas para facilitar la navegación. Esta novedad trae aparejada otra: la desaparición en la pared del vaso de la esclusa del boquete por el que vertía el agua procedente del aliviadero. Su salida se ha trasladado aguas abajo de la esclusa en un gran recipiente, poco estético, que sirve para frenar la velocidad del agua y evitar así que afecte a la navegación.

 

Aliviadero
 
Desagüe del aliviadero


Se ha restaurado uno de los tornos para el funcionamiento de las compuertas, como ilustración de los originarios.



En cuanto al puente, su calzada ha sido ensanchada con una losa de hormigón y perfiles metálicos,  y los pretiles originales han sido sustituidos por otros metálicos.

 


En la margen izquierda se mantiene la casa del esclusero, rehabilitada junto con la de la 5 en 2003. Fue construida en 1926 y sigue el modelo descrito en la esclusa 5, aunque en este caso el patio y dependencias anejas se sitúan en la fachada sur de la vivienda.

 

 


En el año 2013 se pusieron en funcionamiento las compuertas de la esclusa para que el barco turístico Marqués de la Ensenada, en activo desde el 1 de octubre de 2009, pudiera superar la esclusa y ampliar el recorrido.


 

 

Los ladrones

Se sitúan en la margen izquierda, entre la esclusa y la presa de san Andrés. Su función es la de desaguar el Canal cuando conviene mediante una acequia que desemboca en el Pisuerga por debajo de la presa.

Entre las obras que ya se habían ejecutado en 1767, según informa Fernando de Ulloa en la Relación del Canal de Castilla y de Campos, «entre la sexta esclusa y el río Pisuerga hay un desagüe de cuatro arcos de sillería para que por él pase dicho río en los tiempos que se necesite hacer alguna composición, tanto en la parte del Canal desde la sexta a la séptima esclusa como en la presa y en el río, lo que sería muy costoso si las aguas tuvieran toda su altura».

La construcción de este «desagüe de fondo o ladrones de la sexta esclusa», como lo denomina el Inventario de 1851, es de piedra sillería de grano arenisco y los cuatro arcos son de medio punto con unos 2 metros de luz. Por su parte, las pilas tienen algo más de un metro de espesor. La altura de la construcción, hasta el camino de sirga, es de 9½ metros y la anchura 12½.

Resulta curiosa la información que sobre el lugar ofrece Fermín Pujol, Capitán profesor de la academia del Cuerpo de ingenieros del Ejército, en su «Memoria» de 1844 informa que «Hay en este sitio un hombre que hace de esclusero, proporciona el agua y cuida de una barca con una maroma que hay para que las bestias de sirga pasen el río. Del buen cuidado de los ladrones depende la seguridad del Canal».




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