viernes, 20 de enero de 2023

Transformación del Canal de Castilla en canal exclusivamente de riego

 Antecedentes

La ley de 7 de mayo de 1909 dispuso la transformación del Canal de Castilla en canal de riego, pero sin desatender el servicio de los saltos de agua establecidos en las esclusas, y conservando la navegación. Esta ley se dictó en previsión de la próxima reversión del Canal al Estado y ante el aspecto lamentable que presentaba la navegación y el limitado aprovechamiento de los saltos.

Previamente, se había creado la Jefatura del Canal de Castilla y sus pantanos y la canalización del Manzanares, por la R. O. de febrero de 1909, a la que se atribuyen, entre otras, las competencias de realizar estudios y proyectos de los pantanos a construir, así como la determinación de las formas de regadío.

Entre Villaumbrales y Becerril


La reversión del Canal al Estado

El 12 de diciembre de 1919 se celebró en Valladolid el acto de la entrega del Canal, terrenos, edificios anejos, material flotante, enseres y herramientas a la Jefatura del Canal de Castilla. Por esa fecha ya estaban en construcción las presas de embalses para aumentar la dotación del Canal y comenzadas las obras de riego. Sin embargo, efectuada la entrega, se presentaba el gran problema de hacer resurgir aprovechamientos extinguidos, mejorar y ampliar los únicos que realmente estaban en explotación, o sean las fábricas, y dar vida a la navegación, que podía considerarse anulada. Al cumplirse el primer quinquenio de la entrega del Canal, se hace una reseña de los trabajos realizados para solventar el problema señalado (Fungairiño, 1925).

Las medidas para revitalizar la navegación y mejorar el aprovechamiento de los saltos

Se comenzaron las obras primeramente necesarias en los edificios anejos, instalación del teléfono a todo lo largo del Canal, talleres de calderería y herrería, roturación de planteles para viveros, reparación del material flotante existente, etc.

Talleres en la dársena de Valladolid


Se fueron desarrollando después obras de mejora y reforma periódicamente, como la sustitución de las puertas de esclusa de madera por otras de armadura metálica y forro de madera o metálico, la nueva construcción o reparación de viviendas de agentes, la sustitución de compuertas de toma, de madera, por otras metálicas y la reparación de almacenes y aumento del material flotante: si en diciembre de 1921 navegaban 5 barcas de la Compañía, en diciembre de 1924  estaban navegando permanentemente 16 barcas y había 18 pedidos pendientes.

Foto de 2005, esclusa 42: puertas conservadas de los años veinte del S. XX


Simultáneamente se realizaron las obras para la habilitación de las turbinas existentes, adaptándolas a los modernos tipos. En la fecha de la reversión había 23 saltos sin aprovechar y 33 aprovechados: 3 molinos, 18 fábricas de harinas, 5 centrales para alumbrado y 7 mixtos. En agosto de 1925 había 15 saltos sin aprovechar y 41 aprovechados: 2 molinos, 15 fábricas de harinas, 14 centrales eléctricas y 10 mixtas.

Esclusa 16

Este conjunto de medidas permitió que la navegación se reactivara, pasando de 4.119 toneladas transportadas en 1920 a 28.114 en 1930. Después las cifras fueron descendiendo, con oscilaciones en distintos años, hasta llegar a cantidades mínimas en 1955.

Viviendas y cuadras en Calahorra de Ribas


Al coincidir la expansión del regadío con la coyuntural recuperación de la navegación, vinculada con la subida de los precios de los combustibles, entre los años de 1949 y 1951, los ingresos sobrepasaron ligeramente los gastos de explotación del Canal. Pero a partir de 1952 el déficit volvió a crecer, lo que obligó al Estado a duplicar las tarifas de navegación en 1955. A partir de esta fecha, la navegación se interrumpió, de hecho, definitivamente (Benito Arranz).

El Plan de riegos del Canal de Castilla 

La aplicación del Canal a los tres fines mencionados (navegación, aprovechamiento de energía y riegos) era problema imposible, y así se advirtió, no ya a la conclusión de las obras, sino antes de la terminación, como lo prueba la ausencia de almenaras para tomas de agua en el último tramo de las mismas. Advertirían seguramente la escasez de caudal y se sacrificó este aprovechamiento en favor de los otros dos.

Un caudal de 2 m3 con velocidad de 0,20 a 0,30 m por segundo y con la sección normal del Canal permitió la navegación, pero imposibilitó el tercer aprovechamiento. Las mismas dificultades se presentaban a la Jefatura del Canal al tratar de cumplir la ley de 7 de mayo de 1909 en lo referente a la transformación del Canal en canal de riego.

Efectivamente, con la idea de aprovechar la infraestructura existente del Canal de Castilla para servir de canal de riego se proyectaron distintas presas con el fin de regular las aguas del Pisuerga y el Carrión. En 1923 se había terminado de construir la presa de Cervera, la primera de las proyectadas, a la que siguieron las de Camporredondo (Carrión, 1930), La Requejada (Pisuerga, 1940), Compuerto (Carrión, 1960) y Aguilar de Campoo (Pisuerga, 1963). 

Presa de Aguilar de Campoo


El problema que se presentaba a los ingenieros de la época era que la capacidad del Canal no podía aumentarse sino en cantidad pequeña si había de subsistir la navegación y el aprovechamiento de energía. La solución que encontraron los ingenieros fue la de aprovechar la feliz circunstancia de que el Canal se cruza dos veces por los ríos que lo alimentan para, en esos cruces, derivar acequias primarias que se describirán seguidamente.

Presa de Calahorra de Ribas

Presa de San Andrés


Como la razón fundamental por la cual se dictó la ley de 7 de mayo de 1909 era la creación de los riegos, la Jefatura del Canal de Castilla dedicó a este objetivo todas sus atenciones, de modo que en febrero de 1926 ya se habían logrado resultados positivos en las obras construidas y estaba  ya ultimado el plan completo que había de realizarse para regar las 56.000 ha que mide la zona regable, una vez que se prescindió, por imposible, la transformación del Canal en canal de riego ( Casimiro Juanes, 1926).

Acequias derivadas entre Alar y la presa de San Andrés.

Mantenida la navegación, lo único que se podría hacer con el Canal era, en determinados tramos, aumentar su dotación en 1 o 2 m3, que se podrían destinar a pequeños riegos derivados directamente de dichos tramos. Con este procedimiento se realizaron tomas directas del Canal en el tramo que va desde Alar del Rey a Herrera de Pisuerga: acequias de Alar, Barrio, San Quirce, Ocejeras, Barrialba y Herrera, «que riegan la hermosa vega situada entre el Canal y el río Pisuerga».

Acequia derivada de la esclusa 3 del ramal Norte


Este mismo procedimiento se proyectaba en el tramo que va desde Abánades a Ribas: Acequias de Abanades, Lantadilla, Cabañas, Requena, Boadilla, esclusa 16, Frómista, esclusa 21, Piña y Rivas.

Toma próxima a la arqueta de Conejeras, Lantadilla


La acequia de Palencia

Fue la primera que se construyó y ya estuvo operativa desde 1926. Tiene su origen en el embalse de la presa de Calahorra de Ribas y un recorrido de 47 Km, hasta la confluencia del Carrión y el Pisuerga, cerca de Dueñas. Riega una superficie de 3.339 hectáreas. Atraviesa los términos de Ribas de Campos, Amusco, Monzón de Campos, Fuentes de Valdepero, Husillos, Palencia, Villalobón, Villamuriel de Cerrato, Baños y Dueñas.




El canal de la Retención

Esta es la segunda acequia que ya estaba en construcción en 1926 pero que no entrará en pleno funcionamiento hasta 1932. Tiene su toma en la esclusa de La Retención, en la confluencia de la antigua acequia del Perales con el Canal. El proyecto inicial pretendía que su recorrido llegara hasta la laguna de la Nava; hoy día llega hasta el Valdeginate, pasado el acueducto de los Cinco Ojos, con una longitud de 14 Km y una superficie regada de 3.487 ha.

Atraviesa los términos de Ribas de Campos, Husillos, Becerril y Grijota. 






El canal del Pisuerga

Esta acequia toma sus aguas del Pisuerga en la presa de San Andrés. Entró también en funcionamiento en 1932, aunque no se concluyó hasta 1961. Tiene una longitud de 70 km y riega una superficie de 9.297 ha, repartidas por los términos de Zarzosa, Castrillo y Melgar de Fernamental, de la provincia de Burgos, y Herrera, Ventosa, Olmos, Naveros, San Llorente, Osorno, Osornillo, Lantadilla, Itero de la Vega, Melgar de Yuso, Villodre, Villalaco, Astudillo, Boadilla, Santoyo, Támara, Piña y Amusco, de la provincia de Palencia. Desagua en el arroyo de los Pisones y, mediante el juego de compuertas, podrá alimentar la acequia de Palencia (García Agustín, 1934).



Acequias derivadas entre Palencia y Valladolid.

Estas acequias estaban aún en estudio, con las que se pretendían regar unas 6000 hectáreas.

Acequias derivadas entre el Serrón y Abarca: En estudio.

Acequia de Abarca: En estudio.

Acequias derivadas entre Capillas y Rioseco: En estudio.

 

Los esfuerzos por convertir el Canal de Castilla en un canal de riego no empezaron a obtener resultados importantes hasta mediados de los años cuarenta. En 1947 el regadío se convierte en el aprovechamiento más rentable del Canal (38% frente al 24% de la navegación), como consecuencia de la construcción de los canales y acequias de derivación. Esta tendencia de ingresos porcentuales de regadío y navegación se acentuará en los años cincuenta: 36% frente al 18% en 1952 y 47% frente al 8% en 1954.

En 1960, cuando se elabora el proyecto de transformación del Canal de Castilla en canal exclusivo de riego, ya están construidas las acequias de Herrera de Pisuerga, la acequia de Palencia y el canal de la Retención, gran parte del canal del Pisuerga y el canal de Macías Picavea.

Toma del canal Macías Picavea
 

El proyecto de transformación del Canal de Castilla en canal exclusivo de riego

Como se puede leer en la Memoria del proyecto de transformación, redactado el 31 de diciembre de 1960 por el ingeniero Manuel Ma Jiménez Espuelas, la supresión de la navegación en el Canal de Castilla no se debió a una resolución gubernativa sino a la decisión de los mismos usuarios de dejar de utilizarlo para ese fin: en los seis años previos no se había solicitado un solo flete por el Canal. Aunque Juan Helguera indica que en 1959 el Estado decretó la suspensión de la navegación por el Canal, de hecho, cuando la Dirección General de Obras Hidráulicas autorizó, el 28 de junio de 1957, a redactar el proyecto de transformación lo hizo condicionándolo a que se hicieran «las obras necesarias en forma tal que, en caso de necesidad, se pudiera habilitar nuevamente el Canal para la navegación, por si en su día se estimase necesario optar por esta modalidad mixta».

Así pues, la transformación en canal exclusivamente de riego se hizo de manera que se pudiera restablecer la navegación, aunque no sería posible simultanear ambas funciones.

Frómista


Para convertirlo en un canal de riegos se hacía necesario ampliar el caudal en los distintos tramos, según las superficies regables, mediante una mayor velocidad del agua, conseguida aumentando la pendiente superficial. Los procedimientos empleados para incrementar la pendiente superficial del agua fueron tres, según los casos: el descenso de la lámina de agua, inmediatamente aguas arriba de las esclusas; el recrecimiento del nivel del agua en la parte superior de cada vaso; o por los dos efectos combinados.

Algunas de las obras realizadas para llevar a cabo esta transformación del Canal fueron las que se señalan a continuación.

Los aliviaderos

Para conseguir el descenso de la lámina de agua se construyeron aliviaderos, a una cota más baja del nivel inicial, aguas arriba de cada una de las esclusas. En el proyecto se indicaba que el desagüe de estos aliviaderos se realizara aguas abajo de los saltos; sin embargo, se llevó a cabo mediante un gran tubo enterrado que aflora en un muro lateral de la esclusa en el que se demolieron los sillares y se perfiló el hueco con hormigón. 

Esclusa 15

En Calahorra de Ribas, la presencia excepcional del puente delante de las esclusas, condujo a la construcción de sendos aliviaderos bordeando las paredes rebajadas de la primera esclusa del conjunto. El derrame en cascada del agua por las paredes de la esclusa produce los efectos espectaculares que se pueden admirar. 



En la esclusa de Abarca se construyeron dos aliviaderos a distinta altura, uno para el invierno, cuando se trabajaba en el salto, y otro en verano para los riegos. Lógicamente hoy solo está activo este último.



La construcción de los aliviaderos también permitió el ahorro de personal de la Confederación para cerrar o abrir los portones de las esclusas cuando trabajaban los saltos o dejaban de hacerlo, tarea de la que responsabilizaría el personal de los propios saltos.

Las esclusas

Al suprimirse la navegación, las puertas inferiores sobraban y las superiores podrían haberse mantenido a modo de retenciones, pero debido a su alto coste de mantenimiento se sustituyeron por una sencilla presa cilíndrica de hormigón. Se aprovecharon los trampones de las puertas para colocarlos en el paramento de la presa, que también son vertederos. Sobre la presa se colocaron unas sencillas pasarelas semejantes a las existentes.

Esclusa 4 del ramal Norte


El recrecimiento del vaso entre Calahorra y el Serrón

El tramo entre Calahorra y la primera esclusa del ramal de Campos, en Abarca, supuso un caso especial pues en él coincidían la menor pendiente decidida por Ulloa con la necesidad de transportar el caudal máximo. Fue necesario aquí pronunciar la pendiente del agua, rebajando el aliviadero de Abarca y recreciendo el Canal entre Calahorra y El Serrón, con un mínimo de 0,7 m en la presa de Calahorra y de 0,35 m en El Serrón. Para recrecer el nivel del Canal en el Carrión hubo que levantar la presa de Calahorra mediante la colocación de cinco compuertas deslizantes delante de cinco de las seis alzas existentes. Estas compuertas se cerrarían únicamente durante la campaña de riego.

Camino de El Serrón


El recrecimiento del nivel del agua exigió el recrecimiento de los márgenes del Canal para evitar su desbordamiento. A su vez, el recrecimiento de los márgenes en el tramo entre la presa de Calahorra y El Serrón exigió la construcción de un pequeño cauce y cinco caños de 1,60 m por debajo del Canal, en la zona del derrame del Carrizal, para facilitar el desagüe de las tierras de la margen derecha del Carrión que se inundan en crecidas.

La elevación del agua del río Carrión a la Dársena de Palencia

Para regar la superficie susceptible de ello en el ramal Sur se proyectó aprovechar las escorrentías de riego de una amplia zona y elevar un caudal de 4 m3/seg. con una instalación integrada por un pozo de toma, la edificación donde se sitúa la maquinaria de elevación, la tubería de impulsión y la arqueta final en la dársena y desagüe.




Con las obras proyectadas se podría poner en riego una superficie de 8.369 ha en el ramal Norte, 12.000 ha en el ramal de Campos y 4.927 en el ramal Sur, en cuyas cifras solamente estaban incluidas las de riego directo por el Canal.

El presupuesto de las obras ascendía a 45.683.177,78 pts., y el plazo de ejecución era de dos años. 

El proyecto fue aprobado definitivamente por Orden ministerial de nueve de agosto de mil novecientos sesenta y dos; el Decreto 3207/1962, de 29 de noviembre, autorizó la realización por concierto directo de las obras de transformación del canal de Castilla.

 

Referencias

ARRIBAS, Javier: Modelo vivo de ingeniería hidráulica en Actas del congreso sobre conservación y desarrollo de los recursos del Canal de Castilla. Palencia, 1990. PP. 49-53

BENITO ARRANZ, Juan (2001): El Canal de Castilla (memoria descriptiva). Valladolid. Editorial Maxtor Librería.

FUNGAIRIÑO, Eduardo (1925): El Canal de Castilla. Revista de Obras Públicas, números 2434 y 2435.

GARCÍA AGUSTÍN, José (1934): Canal del Pisuerga, Revista de Obras Públicas, número 2649.

HELGUERA QUIJADA, Juan. GARCIA TAPIA, Nicolás. MOLINERO HERNANDO, Fernando (1990): El Canal de Castilla. Valladolid. Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Bienestar Social.

JIMÉNEZ ESPUELAS, Manuel Ma (1960): Proyecto de transformación del Canal de Castilla.

JUANES, Casimiro (1926): Los riegos del Canal de Castilla, Revista de Obras Públicas, números 2447 y 2448.