Antecedentes
La ley de 7 de mayo de 1909 dispuso la transformación del Canal de Castilla en canal
de riego, pero sin desatender el servicio de los saltos de agua establecidos en
las esclusas, y conservando la navegación. Esta ley se dictó en previsión de la
próxima reversión del Canal al Estado y ante el aspecto lamentable que
presentaba la navegación y el limitado aprovechamiento de los saltos.
Previamente, se había creado la
Jefatura del Canal de Castilla y sus pantanos y la canalización del Manzanares,
por la R. O. de febrero de 1909, a la que se atribuyen, entre otras, las
competencias de realizar estudios y proyectos de los pantanos a construir, así
como la determinación de las formas de regadío.
Entre Villaumbrales y Becerril |
La reversión del Canal al
Estado
El 12 de diciembre de 1919 se
celebró en Valladolid el acto de la entrega del Canal, terrenos, edificios
anejos, material flotante, enseres y herramientas a la Jefatura del Canal de
Castilla. Por esa fecha ya estaban en construcción las presas de embalses para
aumentar la dotación del Canal y comenzadas las obras de riego. Sin embargo, efectuada
la entrega, se presentaba el gran problema de hacer resurgir aprovechamientos
extinguidos, mejorar y ampliar los únicos que realmente estaban en explotación,
o sean las fábricas, y dar vida a la navegación, que podía considerarse anulada.
Al cumplirse el primer quinquenio de la entrega del Canal, se hace una reseña de
los trabajos realizados para solventar el problema señalado (Fungairiño, 1925).
Las medidas para
revitalizar la navegación y mejorar el aprovechamiento de los saltos
Se comenzaron las obras
primeramente necesarias en los edificios anejos, instalación del teléfono a
todo lo largo del Canal, talleres de calderería y herrería, roturación de
planteles para viveros, reparación del material flotante existente, etc.
Talleres en la dársena de Valladolid |
Se fueron desarrollando después
obras de mejora y reforma periódicamente, como la sustitución de las puertas de
esclusa de madera por otras de armadura metálica y forro de madera o metálico, la
nueva construcción o reparación de viviendas de agentes, la sustitución de compuertas
de toma, de madera, por otras metálicas y la reparación de almacenes y aumento del
material flotante: si en diciembre de 1921 navegaban 5 barcas de la Compañía,
en diciembre de 1924 estaban navegando
permanentemente 16 barcas y había 18 pedidos pendientes.
Foto de 2005, esclusa 42: puertas conservadas de los años veinte del S. XX |
Simultáneamente se realizaron las
obras para la habilitación de las turbinas existentes, adaptándolas a los
modernos tipos. En la fecha de la reversión había 23 saltos sin aprovechar y 33
aprovechados: 3 molinos, 18 fábricas de harinas, 5 centrales para alumbrado y 7
mixtos. En agosto de 1925 había 15 saltos sin aprovechar y 41 aprovechados: 2
molinos, 15 fábricas de harinas, 14 centrales eléctricas y 10 mixtas.
Esclusa 16 |
Este conjunto de medidas permitió que la navegación se reactivara, pasando de 4.119 toneladas transportadas en 1920 a 28.114 en 1930. Después las cifras fueron descendiendo, con oscilaciones en distintos años, hasta llegar a cantidades mínimas en 1955.
Viviendas y cuadras en Calahorra de Ribas |
Al coincidir la expansión del
regadío con la coyuntural recuperación de la navegación, vinculada con la
subida de los precios de los combustibles, entre los años de 1949 y 1951, los
ingresos sobrepasaron ligeramente los gastos de explotación del Canal. Pero a partir
de 1952 el déficit volvió a crecer, lo que obligó al Estado a duplicar las
tarifas de navegación en 1955. A partir de esta fecha, la navegación se
interrumpió, de hecho, definitivamente (Benito Arranz).
El Plan de riegos del Canal de Castilla
La aplicación del Canal a los
tres fines mencionados (navegación, aprovechamiento de energía y riegos) era
problema imposible, y así se advirtió, no ya a la conclusión de las obras, sino
antes de la terminación, como lo prueba la ausencia de almenaras para tomas de
agua en el último tramo de las mismas. Advertirían seguramente la escasez de
caudal y se sacrificó este aprovechamiento en favor de los otros dos.
Un caudal de 2 m3 con
velocidad de 0,20 a 0,30 m por segundo y con la sección normal del Canal
permitió la navegación, pero imposibilitó el tercer aprovechamiento. Las mismas
dificultades se presentaban a la Jefatura del Canal al tratar de cumplir la ley
de 7 de mayo de 1909 en lo referente a la transformación del Canal en canal de
riego.
Efectivamente, con la idea de aprovechar la infraestructura existente del Canal de Castilla para servir de canal de riego se proyectaron distintas presas con el fin de regular las aguas del Pisuerga y el Carrión. En 1923 se había terminado de construir la presa de Cervera, la primera de las proyectadas, a la que siguieron las de Camporredondo (Carrión, 1930), La Requejada (Pisuerga, 1940), Compuerto (Carrión, 1960) y Aguilar de Campoo (Pisuerga, 1963).
Presa de Aguilar de Campoo |
El problema que se presentaba a los
ingenieros de la época era que la capacidad del Canal no podía aumentarse sino
en cantidad pequeña si había de subsistir la navegación y el aprovechamiento de
energía. La solución que encontraron los ingenieros fue la de aprovechar la
feliz circunstancia de que el Canal se cruza dos veces por los ríos que lo alimentan
para, en esos cruces, derivar acequias primarias que se describirán
seguidamente.
Presa de Calahorra de Ribas |
Presa de San Andrés |
Como la razón fundamental por la
cual se dictó la ley de 7 de mayo de 1909 era la creación de los riegos, la
Jefatura del Canal de Castilla dedicó a este objetivo todas sus atenciones, de
modo que en febrero de 1926 ya se habían logrado resultados positivos en las
obras construidas y estaba ya ultimado
el plan completo que había de realizarse para regar las 56.000 ha que mide la
zona regable, una vez que se prescindió, por imposible, la transformación del
Canal en canal de riego ( Casimiro Juanes, 1926).
Acequias derivadas entre
Alar y la presa de San Andrés.
Mantenida la navegación, lo único
que se podría hacer con el Canal era, en determinados tramos, aumentar su
dotación en 1 o 2 m3, que se podrían destinar a pequeños riegos
derivados directamente de dichos tramos. Con este procedimiento se realizaron
tomas directas del Canal en el tramo que va desde Alar del Rey a Herrera de
Pisuerga: acequias de Alar, Barrio, San Quirce, Ocejeras, Barrialba y Herrera,
«que riegan la hermosa vega situada entre el Canal y el río Pisuerga».
Acequia derivada de la esclusa 3 del ramal Norte |
Este mismo procedimiento se
proyectaba en el tramo que va desde Abánades a Ribas: Acequias de Abanades,
Lantadilla, Cabañas, Requena, Boadilla, esclusa 16, Frómista, esclusa 21, Piña
y Rivas.
Toma próxima a la arqueta de Conejeras, Lantadilla |
La acequia de Palencia
Fue la primera que se construyó y
ya estuvo operativa desde 1926. Tiene su origen en el embalse de la presa de Calahorra
de Ribas y un recorrido de 47 Km, hasta la confluencia del Carrión y el
Pisuerga, cerca de Dueñas. Riega una superficie de 3.339 hectáreas. Atraviesa
los términos de Ribas de Campos, Amusco, Monzón de Campos, Fuentes de
Valdepero, Husillos, Palencia, Villalobón, Villamuriel de Cerrato, Baños y
Dueñas.
El canal de la Retención
Esta es la segunda acequia que ya
estaba en construcción en 1926 pero que no entrará en pleno funcionamiento
hasta 1932. Tiene su toma en la esclusa de La Retención, en la confluencia de
la antigua acequia del Perales con el Canal. El proyecto inicial pretendía que
su recorrido llegara hasta la laguna de la Nava; hoy día llega hasta el
Valdeginate, pasado el acueducto de los Cinco Ojos, con una longitud de 14 Km y
una superficie regada de 3.487 ha.
Atraviesa los términos de Ribas
de Campos, Husillos, Becerril y Grijota.
El canal del Pisuerga
Esta acequia toma sus aguas del
Pisuerga en la presa de San Andrés. Entró también en funcionamiento en 1932,
aunque no se concluyó hasta 1961. Tiene una longitud de 70 km y riega una
superficie de 9.297 ha, repartidas por los términos de Zarzosa, Castrillo y
Melgar de Fernamental, de la provincia de Burgos, y Herrera, Ventosa, Olmos,
Naveros, San Llorente, Osorno, Osornillo, Lantadilla, Itero de la Vega, Melgar
de Yuso, Villodre, Villalaco, Astudillo, Boadilla, Santoyo, Támara, Piña y
Amusco, de la provincia de Palencia. Desagua en el arroyo de los Pisones y,
mediante el juego de compuertas, podrá alimentar la acequia de Palencia (García
Agustín, 1934).
Acequias derivadas entre
Palencia y Valladolid.
Estas acequias estaban aún en
estudio, con las que se pretendían regar unas 6000 hectáreas.
Acequias derivadas entre el
Serrón y Abarca: En estudio.
Acequia de Abarca: En
estudio.
Acequias derivadas entre
Capillas y Rioseco: En estudio.
Los esfuerzos por convertir el
Canal de Castilla en un canal de riego no empezaron a obtener resultados
importantes hasta mediados de los años cuarenta. En 1947 el regadío se
convierte en el aprovechamiento más rentable del Canal (38% frente al 24% de la
navegación), como consecuencia de la construcción de los canales y acequias de
derivación. Esta tendencia de ingresos porcentuales de regadío y navegación se acentuará
en los años cincuenta: 36% frente al 18% en 1952 y 47% frente al 8% en 1954.
En 1960, cuando se elabora el proyecto
de transformación del Canal de Castilla en canal exclusivo de riego, ya están
construidas las acequias de Herrera de Pisuerga, la acequia de Palencia y el
canal de la Retención, gran parte del canal del Pisuerga y el canal de Macías
Picavea.
Toma del canal Macías Picavea |
El proyecto de transformación
del Canal de Castilla en canal exclusivo de riego
Como se puede leer en la Memoria
del proyecto de transformación, redactado el 31 de diciembre de 1960 por el
ingeniero Manuel Ma Jiménez Espuelas, la supresión de la navegación
en el Canal de Castilla no se debió a una resolución gubernativa sino a la
decisión de los mismos usuarios de dejar de utilizarlo para ese fin: en los
seis años previos no se había solicitado un solo flete por el Canal. Aunque
Juan Helguera indica que en 1959 el Estado decretó la suspensión de la
navegación por el Canal, de hecho, cuando la Dirección General de Obras
Hidráulicas autorizó, el 28 de junio de 1957, a redactar el proyecto de
transformación lo hizo condicionándolo a que se hicieran «las obras necesarias
en forma tal que, en caso de necesidad, se pudiera habilitar nuevamente el
Canal para la navegación, por si en su día se estimase necesario optar por esta
modalidad mixta».
Así pues, la transformación en
canal exclusivamente de riego se hizo de manera que se pudiera restablecer la
navegación, aunque no sería posible simultanear ambas funciones.
Frómista |
Para convertirlo en un canal de
riegos se hacía necesario ampliar el caudal en los distintos tramos, según las
superficies regables, mediante una mayor velocidad del agua, conseguida
aumentando la pendiente superficial. Los procedimientos empleados para
incrementar la pendiente superficial del agua fueron tres, según los casos: el
descenso de la lámina de agua, inmediatamente aguas arriba de las esclusas; el
recrecimiento del nivel del agua en la parte superior de cada vaso; o por los
dos efectos combinados.
Algunas de las obras realizadas
para llevar a cabo esta transformación del Canal fueron las que se señalan a
continuación.
Los aliviaderos
Para conseguir el descenso de la lámina de agua se construyeron aliviaderos, a una cota más baja del nivel inicial, aguas arriba de cada una de las esclusas. En el proyecto se indicaba que el desagüe de estos aliviaderos se realizara aguas abajo de los saltos; sin embargo, se llevó a cabo mediante un gran tubo enterrado que aflora en un muro lateral de la esclusa en el que se demolieron los sillares y se perfiló el hueco con hormigón.
Esclusa 15 |
En Calahorra de Ribas, la presencia excepcional del puente delante de las esclusas, condujo a la construcción de sendos aliviaderos bordeando las paredes rebajadas de la primera esclusa del conjunto. El derrame en cascada del agua por las paredes de la esclusa produce los efectos espectaculares que se pueden admirar.
En la esclusa de Abarca se construyeron
dos aliviaderos a distinta altura, uno para el invierno, cuando se trabajaba en
el salto, y otro en verano para los riegos. Lógicamente hoy solo está activo
este último.
La construcción de los
aliviaderos también permitió el ahorro de personal de la Confederación para
cerrar o abrir los portones de las esclusas cuando trabajaban los saltos o
dejaban de hacerlo, tarea de la que responsabilizaría el personal de los
propios saltos.
Las esclusas
Al suprimirse la navegación, las
puertas inferiores sobraban y las superiores podrían haberse mantenido a modo
de retenciones, pero debido a su alto coste de mantenimiento se sustituyeron
por una sencilla presa cilíndrica de hormigón. Se aprovecharon los trampones de
las puertas para colocarlos en el paramento de la presa, que también son
vertederos. Sobre la presa se colocaron unas sencillas pasarelas semejantes a
las existentes.
Esclusa 4 del ramal Norte |
El recrecimiento del vaso
entre Calahorra y el Serrón
El tramo entre Calahorra y la
primera esclusa del ramal de Campos, en Abarca, supuso un caso especial pues en
él coincidían la menor pendiente decidida por Ulloa con la necesidad de
transportar el caudal máximo. Fue necesario aquí pronunciar la pendiente del
agua, rebajando el aliviadero de Abarca y recreciendo el Canal entre Calahorra
y El Serrón, con un mínimo de 0,7 m en la presa de Calahorra y de 0,35 m en El
Serrón. Para recrecer el nivel del Canal en el Carrión hubo que levantar la
presa de Calahorra mediante la colocación de cinco compuertas deslizantes
delante de cinco de las seis alzas existentes. Estas compuertas se cerrarían
únicamente durante la campaña de riego.
Camino de El Serrón |
El recrecimiento del nivel del
agua exigió el recrecimiento de los márgenes del Canal para evitar su desbordamiento.
A su vez, el recrecimiento de los márgenes en el tramo entre la presa de
Calahorra y El Serrón exigió la construcción de un pequeño cauce y cinco caños
de 1,60 m por debajo del Canal, en la zona del derrame del Carrizal, para
facilitar el desagüe de las tierras de la margen derecha del Carrión que se
inundan en crecidas.
La elevación del agua del
río Carrión a la Dársena de Palencia
Para regar la superficie
susceptible de ello en el ramal Sur se proyectó aprovechar las escorrentías de
riego de una amplia zona y elevar un caudal de 4 m3/seg. con una instalación
integrada por un pozo de toma, la edificación donde se sitúa la maquinaria de
elevación, la tubería de impulsión y la arqueta final en la dársena y desagüe.
Con las obras proyectadas se
podría poner en riego una superficie de 8.369 ha en el ramal Norte, 12.000 ha
en el ramal de Campos y 4.927 en el ramal Sur, en cuyas cifras solamente
estaban incluidas las de riego directo por el Canal.
El presupuesto de las obras
ascendía a 45.683.177,78 pts., y el plazo de ejecución era de dos años.
El proyecto fue aprobado
definitivamente por Orden ministerial de nueve de agosto de mil novecientos
sesenta y dos; el Decreto 3207/1962, de 29 de noviembre, autorizó la
realización por concierto directo de las obras de transformación del canal de
Castilla.
Referencias
ARRIBAS, Javier: Modelo vivo de ingeniería hidráulica en
Actas del congreso sobre conservación y desarrollo de los recursos del Canal de
Castilla. Palencia, 1990. PP. 49-53
BENITO ARRANZ, Juan (2001): El Canal de Castilla (memoria
descriptiva). Valladolid. Editorial Maxtor Librería.
FUNGAIRIÑO, Eduardo (1925): El Canal de Castilla. Revista de Obras Públicas, números 2434 y 2435.
GARCÍA AGUSTÍN, José (1934): Canal del Pisuerga, Revista de
Obras Públicas, número 2649.
HELGUERA QUIJADA, Juan. GARCIA TAPIA, Nicolás. MOLINERO
HERNANDO, Fernando (1990): El Canal de Castilla. Valladolid. Junta de Castilla
y León. Consejería de Cultura y Bienestar Social.
JIMÉNEZ ESPUELAS, Manuel Ma (1960): Proyecto de
transformación del Canal de Castilla.
JUANES, Casimiro (1926): Los riegos del Canal de Castilla,
Revista de Obras Públicas, números 2447 y 2448.
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