El actual edificio situado al
lado de la primera esclusa del ramal de Campos, en la localidad de Abarca,
comenzó siendo un molino harinero, construido en torno a 1846. El Inventario
de 1851 indica que el molino constaba de dos cuerpos. En el primero estaba la
maquinaria de agua, dos rodeznos, y en el segundo las cuatro piedras. Tenía
unas dimensiones de 23,68 m de longitud, 6,41 m de latitud y 3,34 m de altura
sobre el terreno. El primer cuerpo estaba construido con sillares de piedra y
el segundo con sillarejo en ángulos y pilares de puertas y ventanas y con adobe
estucado de cal el resto de los muros. Disponía de dos puertas de entrada y
seis ventanas sin rejas.
Contiguo al molino se hallaba
un almacén, también de dos cuerpos, de 20,90 m de longitud, 10,87 de latitud y
6,13 m de altura. El primer bloque servía de almacén y el segundo de depósito
de harinas, cernido y habitaciones. La construcción del primer cuerpo se
realizó con mampostería y los ángulos y pilares de puertas y ventanas con
sillares de piedra. En el segundo cuerpo se utilizó el ladrillo para ángulos y
pilares de puertas y ventanas y el tapial acerado con cal en el resto. El
primer cuerpo tenía una puerta de entrada y cuatro ventanas con rejas de hierro
y el segundo nueve ventanas.
El primer arrendatario del
molino fue Eugenio L. Galán, desde 1 nov. 1846 a 31 oct. de 1851 y abonaba una
renta anual de 18.000 reales. Le siguen Mariano Gutiérrez (1852- 1858) con una
renta de 30.000 reales. (Moreno Lázaro cita a F. Silvestre, en 1855) e Ignacio
Guerra (1858-1861) que abona 47.500 reales.
En 1861 el molino se
transformó en fábrica, dotada con 8 pares de piedras, 2 turbinas, 12 cedazos y
2 cribas. Es de suponer que también se habrían añadido plantas en altura. Todo
ello se refleja en la cuantía de la renta que asciende a los 60.000 reales que
abonan Ribas Hnos. y Pizarro (1862-1865). Les siguen, con rentas cada vez
menores, Cortiguera y González (1865-1870), Pedro Pombo (1870-1877), José
Sanmartín (1877-1887), Manuel Moro (1887- 1892) y Manuel Moro e hijos
(1892-1894), que abonan 7.500 pts. de renta anual.
El día 13 de junio de 1893 la
fábrica fue destruida por un incendio. El 7 de junio del año siguiente, la
Compañía del Canal firma un convenio con Florentino Pombo por el cual este se
compromete a construir sobre las ruinas de la fábrica un molino maquilero por
una inversión de 20.000 pts., a cambio de su explotación por 10 años, del 1 de
nov, de 1894 al 30 de oct. de 1904.
El nuevo arrendatario fue
Bernardino Serrano (1905- 1919), quien sustituyó una de las dos turbinas
existentes por otra moderna modelo francés capaz de desarrollar una fuerza de
65 caballos efectivos para dar molienda de granos a maquila y para la
producción de energía eléctrica en todas sus distintas aplicaciones con destino
exclusivo al pueblo de Villarramiel. Prolongó el arrendamiento hasta 31 de
julio de 1919 por una renta anual de 1900 pts.
En 1927, con Ibáñez Jubete
como arrendatario, la fábrica incorporó el nuevo sistema de molturación
austro-húngaro (cilindros en vez de piedras).
El listado de saltos del Canal y su explotación, correspondiente a 1956, que ofrece Juan Benito Arranz incluye el de la primera esclusa del ramal de Campos empleado para la fábrica de harinas. La misma función sigue desempeñando en 1961, según el «Proyecto de transformación del Canal de Castilla», aunque con problemas. La transformación del Canal como canal de riego supuso que el salto de Abarca tuviera que suprimirse durante la campaña de riegos, con la debida indemnización. La harinera cesó finalmente su actividad industrial en 1979.
El edificio actual presenta
una planta casi cuadrangular con unas dimensiones de 27,40 m de longitud, 24,50
m de anchura y 8,85 m de altura. Se compone de un sótano, tres plantas y bajo cubierta. El cerramiento se realiza con piedra caliza en el zócalo y con
ladrillo en el resto del edificio.
El canal de derivación arranca en la
dársena, penetra en el sótano a través de una bóveda de arco escarzano y sale
por el lado meridional del edificio formando un perfil sinuoso hasta pasar bajo
uno de los arcos del puente.
Entre 1994 y 2003 la antigua harinera reabrió sus puertas como centro de arte contemporáneo, dirigido por el galerista vallisoletano Evelio Gayubo, conviviendo la maquinaria propia de la elaboración de la harina con el arte experimental. A raíz de unas obras de remodelación, se produjeron conflictos entre el dueño y los constructores y el edificio terminó en manos del Banco Santander.
Desde 2015 este emblemático
lugar se reabrió convertido en espacio gastronómico y más tarde también en un
importante y sugerente hotel, bajo el nombre de «La Fábrica del Canal». Los
servicios que se ofrecen y sus características pueden consultarse en la web
cuya dirección se acompaña.
https://lafabricadelcanal.com/
Referencias
BENITO
ARRANZ, Juan (2001): El Canal de Castilla (memoria descriptiva).
Valladolid. Editorial Maxtor Librería.
JIMÉNEZ
ESPUELAS, Manuel (1960): Memoria de transformación del Canal
de Castilla.
ACHD-PR01071-MEMORIA-proyecto.
MORA,
Miguel:
Abarca de Campos, modelo de cultura. Madrid - EL PAÍS, 11 nov. de 1996.
RAFO,
José
(1851): Inventario de Entrega del Canal de Castilla a la Compañía del Canal...
ACHD, CCHL03/3
ARTEFACTOS DEL CANAL DE
CASTILLA. RAMAL DE CAMPOS. Documento ACHD- CCHL0001-01
CENTRO DE ARTE EXPERIMENTAL LA FÁBRICA.
Abarca de Campos.
https://catalogo.artium.eus/book/export/html/1334
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