Las esclusas de Viñalta

 

El acueducto del Tesoro

Se localiza a unos 300 metros antes de llegar a la esclusa doble de Viñalta.  Se conforma con sendos arcos de medio punto rebajados correspondientes a los caminos de sirga y un arco sifón debajo del cauce del canal. Son interesantes  las aletas de la margen derecha por su figura circular.

 

Las esclusas 31-32 en Viñalta 

Embarcadero-almacenes

Aguas arriba de las esclusas, en la margen derecha, se localiza un embarcadero construido hacia 1800 con capacidad para contener nueve barcazas. Según el Inventario de 1851, el embarcadero estaba enmarcado por tres almacenes en la forma que nos muestra la imagen. Las dimensiones  de los tres almacenes unidos eran de  210 x 36 x 12 pies.

 

Fuente: Revista-arquitectura-1982-n234-pag.32-37

Las esclusas

En la parte derecha de la embocadura se inicia el canal de derivación que se incorpora al canal aguas abajo tras cruzar tres puentes y realizar dos quiebros. 

 

Derivación desde el primer puente

En la parte izquierda se sitúa el aliviadero que conecta con la toma de esa margen y vierte en el vaso de la esclusa 31. 

 

Los vasos de las esclusas mantienen el perfil ovalado y salvan una diferencia de cotas de 7,70 m entre láminas de agua.

El puente en la esclusa tiene arco de medio punto y su aleta derecha gira casi en ángulo recto para conectar con el puente de salida de la derivación.

 

 

Los tres puentes en la derivación también presentan arcos de medio punto.

Segundo puente de la derivación

Tercer puente

El antiguo molino de papel

Este antiguo molino, a pesar de haber sido declarado en 1991 “Bien de Interés Cultural”, fue incluido en la Lista Roja del Patrimonio, por su abandono, el 14 febrero de 2019. Efectivamente, si contemplamos el edificio a vista de pájaro podemos apreciar que en su interior la mayor parte se encuentra en ruina total. Solo la parte central del lado inferior conserva la techumbre. 

 

Sin embargo, mantiene sus dimensiones y disposiciones descritas en el Inventario de 1851: edificio de piedra de sillería, de forma rectangular, con mayor altura en la parte inferior y menor en la parte superior, para adaptarse al perfil de las esclusas. También se conservan, anejos a la parte superior, la balsa, las compuertas y el local de “purificadores”.

Balsa

 

Primer puente y balsa

 

Compuertas

La movida historia del molino se inicia antes de 1800, fecha en la que según Juan de Homar había empezado a construirse como molino de papel. Pascual Madoz ponderó el edificio como uno de las mejores por su solidez.

Zona superior del molino

 

Sin embargo, tal y como sostiene Fernando Castrillo Fernández con argumentación bien documentada, en el edificio de Viñalta jamás llegó a elaborarse papel alguno¹.

 

En 1822 se mandaron construir dos batanes para ropas de cuatro pilas y ocho mazos cada uno. A partir de 1831 la fábrica se arrendó a Lorenzo Moratinos, vizconde de Villandrando, bien relacionado con los directivos de la Empresa del Canal, y que fue autorizado a levantar allí una fábrica de harinas de dos pares de piedras y un molino maquilero de tres. 

Conforme a lo señalado por Javier Moreno Lázaro, los hermanos Tadeo y José Ortiz fueron desde 1849 los arrendatarios de estos establecimientos industriales: José de la harinera de la esclusa 32, conocida como “La Española”, y Tadeo del molino de la 31, transformado en fábrica y que recibió la denominación de “La Sílfide“. Ambas factorías fueron destruidas durante los “motines del pan” de 1856. Ocho años más tarde la Compañía del Canal instaló un batán en este solar.

En 1880 el establecimiento experimentó una nueva orientación productiva, convertido en un aserradero de madera. Pero este no sería el último cambio, pues terminaría sus días de actividad transformado en central eléctrica.  Según Juan Benito Arranz, en 1956 esa era todavía la actividad del antiguo molino. 

Salida del cuérnago

1 CASTRILLO FERNÁNDEZ, Fernando (2019): La Real Fábrica de papel de Olmos de Pisuerga y sus filigranas. Actas del XIII Congreso Internacional de Historia del Papel en la Península Ibérica. Málaga 12-14 de junio de 2019. Tomo II, pp. 157-176.