Localización:
Valladolid
De los tres proyectos presentados por Epifanio
Esteban, la Dirección general de Caminos elige el que va por la derecha del río
Pisuerga. En este proyecto, Esteban preveía construir una esclusa, la 41, que
no llegó a ejecutarse, un puente de paso y el acueducto de Mucientes. La
esclusa 41 se construyó finalmente en el último tramo proyectado, que va desde
Santovenia hasta la ciudad de Valladolid. Los ingenieros que se encargaron de
supervisar la obra realizada indican en su informe respecto a la esclusa
41 que la misma presenta el pretil y una dovela movidos en
el puente.
En la margen derecha, antes de
la embocadura, se abre una toma para el canal de derivación que se dirige al
molino.
En el lado izquierdo se sitúa
el aliviadero que discurre a cielo abierto, paralelo al canal, pasa por detrás de la casa del esclusero y desagua aguas abajo del puente de la esclusa.
El vaso de la esclusa, de
figura recta, tiene unas dimensiones de casi 33 m de longitud y 5 de anchura.
El puente de la esclusa cuenta con arco escarzano, pretiles y aletas.
El puente de la derivación
tiene arco de medio punto con bóveda de ladrillo y mampostería de piedra. Los
pretiles son de ladrillo con sillares de piedra en la parte superior.
La casa del esclusero es de
planta rectangular y consta de vivienda, patio lateral y cobertizos. Está
construida con ladrillo. Se mantiene en buen estado.
La fábrica
Los datos fundamentales de la
presente información proceden de la tesis doctoral de Javier Moreno Lázaro: La
industria harinera de Castilla y León, 1778-1913.
En diciembre de 1854 la
Compañía del Canal decidió proceder a la ejecución a su costa de las obras de
las fábricas gemelas de las esclusas 41 y 42, tomadas en arriendo por Nemesio y
Miguel Polanco por una renta anual de 50.000 reales. Las fábricas estaban
dotadas con 8 pares de piedras y dos turbinas.
Los hermanos Polanco
mantuvieron el arrendamiento de estas dos fábricas, junto a las de las esclusas
6 y 7 de Tamariz de Campos, entre 1855 y 1860 (quebraron en la crisis
financiera 1864-66).
Por lo que se refiere a la fábrica de la 41, en 1880 ya no aparece como harinera al ser convertida en un aserradero de madera debido a la crisis que afectaba a las fábricas de harinas. Por su parte, Juan Benito Arranz, en su obra sobre el Canal de Castilla, señala que en el año de 1956 el molino de la esclusa 41 se orientaba a la elaboración de piensos.
Una vez rehabilitado, el
edificio presenta planta rectangular y cuenta con dos módulos de una y dos
plantas respectivamente. La salida de la derivación se realiza a través de un
arco escarzano. Los materiales de construcción combinan sillares y mampostería
de piedra con el ladrillo.
Según Miguel A. García
Velasco, los actuales propietarios conservan en muy buen estado tanto el
edificio como la maquinaria como se puede observar en la publicación de Miguel
A. en este grupo del 8 de julio de 2022.
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