Localización: Corcos del Valle
Desde la
Venta de Trigueros al puente de Palazuelos se construyó la prevista esclusa
número 40, cuya ejecución no presentó defectos y estaba realizada con sillería
de la mejor calidad.
La toma
para la derivación de la fábrica se localiza en la margen derecha y en la
izquierda se sitúa el aliviadero que vierte en el vaso de la
esclusa.
La
esclusa presenta la típica figura rectangular estipulada a partir de
1831 y con una longitud algo superior que las dimensiones previstas (100 x 18
pies).
El puente de la esclusa tiene arco escarzano, pretiles y aletas.
Por
su parte, el puente de la derivación, alineado con el de la esclusa, tiene arco
rebajado, amplio frente y pretiles.
La casa
del esclusero, que sustituye a la primitiva de tapial, tiene planta
rectangular, consta de dos viviendas agrupadas y patio y está construida con
ladrillo. El 28 de septiembre de 2018 la casa sufrió un incendio que destruyó
todo el interior y ocasionó el derrumbe de toda la techumbre (ver imagen
publicada por el «Norte de Castilla»).
2009 |
2022 |
La fábrica
de harinas «Las Luisas»
La Empresa
del Canal impulsó en 1839 la construcción de una fábrica de nueva planta
mediante la cesión del aprovechamiento industrial de la esclusa 40 al
comerciante madrileño Alfonso Sierra Mariscal, quien formó sociedad con el
directivo de la Empresa de los Canales de Castilla, Bernardo de la Barrera y
Ledesma, con el armador santanderino José María Aguirre y con Ramón Lueces.
Gracias a sus aportaciones consiguieron montar una fábrica que contaba con
todos sus enseres y ocho pares de piedras movidas por dos turbinas, maquinaria
y ruedas dentadas que dan impulso a los cilindros ventiladores y cedazos para
la limpia del grano y cernido de harinas (1).
Esta
información se completa con otra referencia contenida en una obra anterior del
autor: «En 1843 Alfonso Sierra Mariscal se declaró en quiebra y Pedro
Ochotorena y Juan Antonio Fernández Alegre, sus principales acreedores, se
hicieron con el arrendamiento» (2).
Por su
parte, en el Inventario de 1851 se concreta que la Fábrica de harinas
construida en tiempos de la Empresa contiene 8 pares de piedras francesas y su
maquinaria baja con dos turbinas comunes que también dan movimiento a la limpia
y cernido. Las dimensiones del edificio son de 90 pies de longitud y 94 de
latitud y consta de 4 pisos además del de la maquinaria (3).
En el
apéndice 16 de la obra citada de Moreno Lázaro (…) figura un cuadro que indica
como titulares de la fábrica de la esclusa 40 a Riba hermanos y Pizarro, para
el periodo 1862-1867. Páginas más adelante se informa que Cándido Pequeño compró
en 1864 a Riba Hermanos y Pizarro la harinera de Corcos, conocida como «La
Habana». En 1880, la fábrica estaba arrendada por Pardo hermanos por 40.000
rvs., que también tienen arrendados la fábrica de la 38 y la del 2º salto del
derrame de Valladolid.
Llama la
atención que, en 1894, el artefacto ya no se denomina fábrica sino molino,
arrendado por C. Francisco por 4.000 pts. En 1900, de nuevo se hace mención a
que Cándido Pequeño sigue siendo su propietario.
En respuesta a las dudas planteadas sobre algunos datos contenidos en su artículo (4), José Manuel Geijo me aclara que en documentos posteriores (inventario de 1904), este artefacto figura como «molino maquilero» con sólo una turbina y cuatro pares de piedras y aparece representado en los planos con dos alturas únicamente».
Parece
claro, pues, que a principios del siglo XX el edificio del artefacto constaba
de dos plantas, dotado de una turbina y cuatro pares de piedras, y que podría
corresponderse con el que hoy día está paralelo a la cabecera de la esclusa,
frente a la toma del agua.
En 1923,
aparece como nuevo propietario de la fábrica de Corcos C. Illera. Se desconoce
cuándo se construyó el nuevo edificio. En todo caso, se recuerda que en la
parte alta del edificio central que se conserva junto a la esclusa 40 se lee la
siguiente leyenda: «CÉSAR
YLLERA- FÁBRICA DE HARINAS – SISTEMA DAVERIO».
Miguel Ángel
Carrera de la Red (5), informa que desde 1943 aparece como propietario de la
fábrica de Corcos, junto al canal, Julián Lázaro García, y este la traspasa en
1968 a Teotimo Velasco Matesanz hasta el año 1974-75 en que pasa a denominarse
«Las Luisas» como nombre comercial y propiedad de IPAVASA. Sin embargo, Juan
Benito Arranz (6) recoge una fábrica en Corcos con la denominación «Las Luisas»
en el cuadro de fábricas de harina de la provincia de Valladolid en 1962.
Para concluir la reseña, indicaré que a finales de 1997 la fábrica sufrió un aparatoso incendio y dejó de estar en servicio.
Hoy solo podemos ver su esqueleto y la suciedad cubriendo los alrededores de su fachada principal.
(1) Moreno Lázaro, Javier (1998): La
Industria Harinera en Castilla La Vieja y León, 1778- 1913. Tesis-Universidad de Valladolid.
(2) Moreno Lázaro, Javier: La fiebre
harinera castellana: La historia de un sueño industrial (1841-1864) en Estudios sobre capitalismo agrario, crédito e industria en Castilla. Junta de Castilla y León, 1991.
(3) CCHL03/3: Inventario general que la
Empresa antigua del canal de Castilla presenta a la Compañía Anónima del mismo
para la toma de posesión de dicho Canal…
(4) José Manuel Geijo Barrientos y Patricia
Zulueta Pérez (2010): El Canal de Castilla: molinos, fábricas y otros
artefactos. Revista informativa del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales
de Madrid (COIM), el n.o 47 (mayo-junio de 2010).
(5) Carrera de la Red, Miguel Ángel (1990):
Las fábricas de harina en la provincia de Valladolid. Valladolid: Caja de
Ahorros Provincial.
(6) Benito Arranz, Juan (1963): La industria
harinera española y su significado en la provincia de Valladolid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario