Como explican Nicolás García Tapia y Juan Helguera Quijada, «otros elementos importantes del canal lo constituyen las presas y azudes de mantenimiento de nivel, que actúan bien como elementos reguladores del caudal del río donde se hace la toma, o bien para asegurar un nivel constante cuando el canal atraviesa un río, que se complementa con una esclusa de retención». (1)
(1) Nicolás García Tapia y Juan Helguera Quijada: El Canal de Castilla. Historia y arquitectura hidráulica (en Planos históricos de obras hidráulicas. Eugenio Sánchez Jiménez. 1985).
En el Canal de Castilla están presentes tres
presas y tres retenciones principales, en Alar, Herrera y Ribas. A estas
retenciones habría que añadir la de «precaución» en Valdemudo y la más sencilla
construida en El Serrón.
La presa y la primera retención en Alar
Escribe
Jovellanos en sus Diarios que «la presa por donde se toma el agua del Pisuerga,
en el sitio llamado Alar, es de las monjas de San Andrés de Arroyo, bernardas,
para dar agua a un molino y un batán que tienen a la parte opuesta (…). El
canal toma su agua frente a la presa sin obra alguna». Estas posesiones de las
monjas serían adquiridas por la Corona en octubre de 1792.
En
el Inventario de 1851 se la describe así: « […] Esta presa tiene en su extremo
derecho 250 pies de longitud y en el izquierdo 296 con 46 de latitud y en el
glacis exterior, cuya construcción es de mampostería desconcertada y guijos, de
forma esférica con algunas cuadrículas de madera. Su altura desde la cuesta
hasta el terreno natural, o sea su base, es de 14 pies. Entre los 2 trozos de
la construcción citada hay otra cuya longitud es de 77 pies, cuyo glacis
interior es de sillería…»
La
primera retención
En
su primer recorrido realizado por el Canal de Castilla, en sentido ascendente,
Jovellanos llegó a este lugar el 23 de septiembre de 1791 y nos dejó el
siguiente testimonio: «Pasada la 1ª, hay una esclusa de retención, ahora
tapada, aunque entra alguna agua por una de las casetas del lado».
Esta retención se construyó con el objetivo, como señala Juan de Homar, de contener en este punto las avenidas del río Pisuerga.
El
Inventario de 1851 describe minuciosamente las características de la esclusa y
nos informa de que «tiene un muro circular con el que queda cerrada». Este
muro, ya definitivo tras la renuncia de construir el tramo de Alar del Rey a
Bolmir (cerca de Reinosa), se realizó en el lugar que irían las compuertas
previstas, como lo atestiguan los rebajes de los muros que albergarían los,
«guardacompuertas» o «encajes».
Las
dos casetas tienen planta rectangular y cubierta a cuatro aguas; se cierran con
sillería de piedra arenisca y la cubierta con lajas de piedra, en origen,
sustituidas hoy con teja. La caseta de la margen derecha tiene adosada una
vivienda ocupando parte de su estructura.
El puente, realizado con piedra arenisca, presenta un arco de medio punto y dos arquillos laterales. Los pretiles originales fueron sustituidos por otros de hormigón y barandilla metálica.
La presa de San Andrés y la segunda retención
La
presa ya fue muy ponderada en su tiempo. Jovellanos escribe en sus diarios «
Esta presa tendrá de ancho de ciento a ciento veinte varas; de alto, diez y
siete escalones de dos y medio pies de ancho y medio de alto, y a la parte del
rio la misma obra en rampa curva; las piedras están todas amachihembradas, y la
fecha de la obra está escrita en lo alto de la aleta y muro de retén del lado
de acá, donde dice: Acabóse año de 1769. Es obra de D. Fernando Ulloa».
Por
su parte, Miguel Sánchez Taramas realizó una descripción detallada de la misma
en 1796 de la que entresacamos lo siguiente: « […] una presa robustísima, que
entumece las aguas del Río Pisuerga, hasta la altura necesaria al nivel del
Canal en su nacimiento. […] Su fábrica es de piedra cortada, y ajustada con
todo el primor que se requiere para asegurar su firmeza y duración. A este fin,
presenta a la corriente una superficie convexa, labrada con sus dovelas, que
apoyándose sobre tres liseras, comprenden sus hiladas hasta la cima de la
propia azud; y en la parte opuesta se pierde en el pendiente que forman trece
gradas, sobre las cuales se derraman las aguas sobrantes sin que puedan recibir
daño alguno, por lo bien que quiebran y suavizan la corriente».
Mapa corográfico de Sánchez Taramas sobre el proyecto de los Canales de Castilla y León basado en el de Fernando de Ulloa |
El
perfil de la presa también aparece dibujado en el Plano General del Proyecto executado y por executar del Canal de
Castilla…, obra de Juan de Homar.
La
presa de San Andrés puede considerarse la obra de ingeniería más espectacular
de las realizadas en los primeros tramos del ramal del Norte. En su
construcción se invirtieron más de ocho años (1761 y 1769). La presa se forma con grandes bloques de piedra en talud, igualando el nivel del río Pisuerga con el del Canal para facilitar el cruce de ambos e impedir que las aguas del Canal sigan el curso natural del río.
Actualmente está muy modificada con las obras de la toma del canal del Pisuerga: canal de entrada, canal de toma y compuertas de limpia y toma.
La retención de San Andrés sigue el modelo de la de Alar, aunque con dimensiones ligeramente inferiores y con compuertas. Las dos casetas de regulación tienen planta rectangular y cubierta a cuatro aguas. Como material presentan sillería de piedra arenisca y teja en la cubierta actual. Las últimas compuertas metálicas instaladas en 1919 han sido remozadas.
El
puente, realizado también con sillería de piedra arenisca, presenta un arco de
medio punto con dos arquillos laterales. Su calzada ha sido ensanchada mediante
losa de hormigón y el antiguo pretil del lado norte ha sido sustituido por una
barandilla de tubo metálico.
La presa de Calahorra y la tercera retención
La
presa es la primera que se ejecuta en el canal a partir de 1753. Hoy se
encuentra derribada en parte y sustituida por un sistema de compuertas tipo
"Taintor" que regula el caudal del río, de manera que se pueda
derivar caudal a través del canal de Palencia y del ramal de Campos.
Fuente: Juan de Homar, obra citada |
La
esclusa de la retención
Juan Helguera Quijada afirma que la esclusa de retención se construyó una vez concluido el ramal Norte, a finales del verano de 1791. Por el contrario, en la «Memoria sucinta de la parte o sección del Canal de Castilla llamada de Campos (…)» se indica que la esclusa de retención ya está construida cuando se concluyen las obras del ramal Norte.
Por su parte, Jovellanos en su Diario de 25 de setiembre de 1791 ya describe esta esclusa de retención para «cebar el canal de Campos, que antes se abastecía por el cauce o guernago de Perales (que hoy entra en ella) por medio de una caseta de entrada ya demolida».
La
retención está formada por una esclusa y dos casetas de regulación. La esclusa
tiene forma ovalada y carece de salto y de diferencia de nivel. En
2005, al menos, se conservaban abiertas las últimas compuertas superiores
instaladas en el vaso en torno a 1919; me da la impresión de que siguen
instaladas las mismas aunque repintadas.
Las
casetas de regulación tienen planta rectangular con cornisa en todo el
perímetro que conforma el canalón. El cerramiento se realiza con sillería de
piedra y losa, también de piedra, sobre bóveda de ladrillo. En el interior ya
no está la maquinaria de regulación por innecesaria, una vez instalada la
compuerta en el arranque del ramal en el río Carrión.
Dos
boquillas se abren a la caja de tomas (entre el vaso y el puente): por la de la
margen derecha, el arroyo Perales vierte sus aguas al Canal; la toma de la
margen izquierda da salida a la acequia de la retención que seguirá casi
paralela al Canal hasta El Serrón.
El puente de la esclusa conserva los estribos antiguos sobre los que se apoya la plataforma con los pretiles modernos.
La esclusa de precaución de Valdemudo
En
la «Memoria sucinta de la parte o sección del Canal de Castilla llamada de
Campos (…)» se dice textualmente: «(…) hizo construir el Ingeniero D. Juan de
Homar una inclusa de precaución debajo del puente de Valdemudo (…)». El propio
Juan de Homar señala en su «Memoria de los edificios, máquinas, tierras y
huertas que tiene la Real Hacienda en los canales de Castilla la Vieja», de
1800, la función de la esclusa citada: evitar los daños que podían ocasionar
los descuidos de los molineros de la Ribera de Perales.
Fuente: Juan de Homar en obra citada |
En el Inventario de 1851 se puede leer que la esclusa presentaba una figura recta y no ovalada y carecía de salto. Aguas arriba de la esclusa había, en cada costado, un “alcantarillón” que desaguaba en el interior de la esclusa cuando las puertas superiores se cerraban, ante las crecidas del río. El desagüe de los alcantarillones servía para suministrar el agua necesaria a los ramales del Sur y de Campos.
En la fotografía (CHD) del puente de Valdemudo de los años veinte del siglo pasado aún se puede ver parte de esta esclusa así como los amplios andenes hoy desaparecidos.
Fuente: archivo CHD |
Anécdota: Hay un panel informativo que pretende aclarar lo que era y para qué servía la esclusa: «un barracón para albergar a los presidiarios que trabajaban en el Canal de Castilla».
Retención moderna en El Serrón
En
la prolongación del ramal de Campos se encuentra una retención moderna,
constituida pasarela y compuertas
metálicas de guillotina, sobre la base de sillares bien labrados en los que se
adivinan tallados los guardacompuertas.
Su función es la de regular la distribución del caudal entre los ramales de Campos y del Sur.
(
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