viernes, 16 de abril de 2021

Del puente de Requena a la esclusa 16


Poco después del puente de Requena se inicia la cuesta del mismo nombre por lo que el Canal  transcurre muy profundo. Escribe Jovellanos en sus Diarios que la excavación de esta cuesta es de unas mil seiscientas varas  y su profundidad de treinta y nueve a cuarenta pies. Llaman la atención los pinos piñoneros plantados a la vera del Canal en esta zona. 



Más adelante se localiza la charca de Valdemoro, en la margen derecha. 




El acueducto de Carremarsilla. Boadilla del camino

Juan de Homar, curiosamente, no dibuja la silueta de este acueducto en su famoso Perfil General de los Reales Canales de Castilla…, aunque sí lo parece incluir en su Memoria de 1800. Se comenzó en 1781 y de terminó en 1783.

El acueducto, como los precedentes, presenta un solo arco de medio punto que no es el que se ve en la imagen. El  que se ve es un arco ciego que permite el aligeramiento del muro sin afectar a su función sustentante.


Destaca la cornisa que sigue el modelo del acueducto de Requena, pero más elaborada y de mejor estilo. Los pretiles, abocinados en los extremos, avanzan sobre su alzado. Las aletas están más cerradas que las vistas en el de Valdeagara. 



La ornamentación de los ángulos que forman el frente y las aletas recuerda de algún modo a la del acueducto de la Vallarna. Es de resaltar el frente de este acueducto, por otra parte difícil de captar. 

 


La esclusa 16. Boadilla del camino

La esclusa, construida con sillería calcárea, presenta su forma elíptica. El aliviadero que vierte en la pared del vaso de la misma está tan cerca de la casa que tuvieron que poner barandillas. A este respecto recuerdo el contenido de un panel que hay en la esclusa 5 que señala el cuidado que había que tener para que los niños no cayeran al interior de las esclusas.

 

En la margen izquierda, una toma alimenta al canal de derivación que servía al molino. Cerca de esta toma, al otro lado del camino de sirga, estaba la antigua casa del esclusero, descrita en el Inventario de 1851 y reproducida en una fotografía que figura en el Plan Regional del Canal de Castilla. El dato me lo confirmó Milagros Rodríguez García, quien vivió en la casa nueva.
En la margen derecha, una toma con compuerta conecta con el canal enterrado del aliviadero 


El puente de la esclusa presenta una imagen muy diferente en sus dos frentes como consecuencia de la ampliación del ancho de la calzada hacia el vaso de la esclusa con  una losa de hormigón con perfiles metálicos. Para ello desmontaron la imposta y el pretil del lado norte que fue sustituido por una barandilla metálica armada con tres de los antiguos bloques. Aguas abajo el puente mantiene su estructura original: arco de medio punto, pretiles y aletas




 

La «nueva» casa del esclusero se conserva en pie pero en un peligroso y progresivo deterioro. 





Aunque del antiguo molino solo quedan algunas ruinas, se conservan los puentes de la derivación y su entorno.





Aguas abajo del puente, en la margen derecha, se localiza la charca de Boadilla, aunque el agua no queda visible.





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