viernes, 16 de abril de 2021

De la almenara de Conejeras al puente de Requena


Camino del acueducto de Requena

Subiendo la cuesta de Conejeras, de «800 varas de largo por 34 pies y ½ en su mayor altura», aún podemos ver la arqueta que lleva el mismo nombre que la propia cuesta. 


En el descenso hacia el acueducto de Requena, el Canal, aún ligeramente encajado, dibuja unos interesantes meandros y deja a u lado la charca del Juncal.



Ya cerca del acueducto, los caminos de sirga se sitúan al nivel de Canal y, tras un recodo, se divisa la iglesia de Requena.


El acueducto de Requena

El acueducto es uno de los 6 que Juan Homar señala, en su Memoria de 1800, como existentes entre el acueducto de Abánades y las esclusas de Frómista, además del puente-acueducto sobre el Vallarna. Se construyó entre 1780 y 1781.



Tiene el acueducto de Requena unas dimensiones más reducidas que los acueductos precedentes. La longitud de su único arco, de medio punto, es de 3,35 m y su altura de 1,60 m. El  acueducto en su conjunto presenta una longitud de 3,50 m, un fondo de 28,00 m y una altura de 3,90 m.



El acueducto presenta la novedad, con respecto a los anteriores, de que su frente se corona con una cornisa integrada por la imposta y una moldura que combina formas cóncavas y convexas. Recuerda a la cornisa de las arquetas. Los pretiles han desaparecido y ni siquiera se han colocado mojones de piedra. Las aletas aparecen muy cerradas. 



Da continuidad al Canal sobre el arroyo de Juan Toribio o Ahorradón (J.L. Alonso Ortega).


La arqueta de riego de Requena


Las principales diferencias que presenta esta arqueta con respecto a la de Cabañas se concretan en sus dimensiones algo superiores (3,00 x 3,30 x altura: 3,30 m) y en la presencia del remate superior de la cubierta. El exterior se muestra, así, completo, lo que confiere a la construcción una armonía de formas destacable.
 


No hemos podido ver su interior ni comprobar el estado de los mecanismos de regulación y de la alcantarilla. Por el contrario, la imagen adjunta sí nos permite ver el exterior de la misma.

 

En nuesta última visita localizamos esta pieza que podría formar parte de la alcantarilla.



El puente de Requena

La construcción de este puente se inició en 1780 y se concluyó en 1781. 



El puente corresponde en gran medida al modelo establecido en el de Carrecalzada: el arco de forma elíptica, los andenes, las aletas en los extremos, una imposta que recorre cada uno de los frentes y los pretiles que rematan el conjunto. Todo ello nos permite admirar al tiempo su sencillez de líneas y su perfección técnica.

Recordamos lo señalado en el puente de Cabañas: la elección de la figura elíptica del arco busca reducir la altura del puente para facilitar el tránsito por el mismo; al tiempo, el arco elíptico permite ahorrar en sillares y, con ello, reducir costes.   


También  el Inventario de 1851 ofrece las mismas medidas para los arcos respectivos de los puentes de Carrecalzada, Cabañas y Requena. Sin embargo, las fichas del Plan Regional del Canal de Castilla señalan datos algo distintos para los arcos de los tres puentes señalados. 

 


Por otra parte,  llaman la atención los datos que ofrece el citado Inventario con respecto a la distancia existente desde «la flor del agua» hasta el andén en los puentes de Cabañas, 6½ pies, y de Requena, 2 pies. A simple vista podemos comprobar que, contrariamente, los andenes del puente de Cabañas están casi a ras del agua mientras que los andenes del puente de Requena están a cierta altura del nivel de la misma.  

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